El Museo de Arte Decorativo Firma y Odilo Estévez fue durante tres días un centro de arte,

decoración, brillo y colores. La institución de Santa Fe al 700 ofició de sede del Primer Salón

de Joyas y Arte que se realizó en Rosario y que trajo trece expositores, joyeros y orfebres argentinos

de renombre internacional. En la misma la Academia Opera Studio con sus integrantes de Rosario y

Maria Susana brindaron el cierre con un vestuario de gala de época en alusión a tan magnífico escenario.

La muestra finalizó ayer pero su organizadora, Paola Brussa, ya vislumbra una segunda de la misma índole.

La entrada a la actividad tuvo un costo de 30 pesos que fue destinado a beneficio de los centros municipales de protección a mujeres víctimas de violencia de género.

La idea del evento, explicó la organizadora, fue reunir joyeros, diseñadores de joyas y orfebres en un mismo lugar, y lograr que conviva la joyería clásica y la contemporánea.

La actividad tuvo otro desafío: que la exposición sobreviva a la maravilla que ofrece el Museo Estévez. El escenario, que transporta directamente al siglo XIX, fue ideal para este tipo de muestra. Un verdadero viaje en el tiempo y entre la elegancia propia del lugar. Los organizadores y expositores coincidieron en que el Museo, poco conocido por los rosarinos, se llevó gran parte de las admiraciones y colaboró a que la muestra sea tan pintoresca.

Unas 300 personas pasaron en total en estos tres días. Cada diseñador expuso algo que represente a su firma. El evento contó con la presencia de reconocidos disertantes de nivel internacional: Rodrigo Otazu, prestigioso diseñador de joyas, y Carlos Daniel Pallarols, distinguido orfebre de nuestro país. Edith Miroznik, diseñadora de Rubi Rubi, también compartió su experiencia en el mundo de las joyas. Se le sumaron a ellos las marcas Zamira, Rubi Rubi junto a Joyería Work, Angel Joyas, Nuqleo (Miguel Angel Tomé, Graciela Di Mónaco y Gabriela Miguel) y Azanza.