Historia y Homenaje a un prócer susanense: «Fernando Tell»

Historia y Homenaje a un prócer susanense: «Fernando Tell»

María Susana

El pasado domingo 29 de Marzo se cumplió 20 años del fallecimiento11074996_704577566334913_1182726619400434720_n

de quien fuera una de los máximos exponentes de nuestra música local.

Desde la Secretaria de Cultura de la Comuna local junto a colaboradores de la localidad, se está preparando un homenaje para poder manifestar a través de un acto y de diferentes acciones, la importancia cultural que este artista a significado para María Susana. Valorar nuestra identidad y nuestra historia es el elemento fundamental de todo grupo humano y social.

Fernando Tell lleva consigo una historia que encierra los más puro y profundos sentimientos por la música y el arte, siendo uno de los grandes artistas Susanenses que ha podido triunfar en nuestro país y en el exterior, siendo reconocido como un artista internacional de excelencia.

Fernando Tell fue un extraordinario bandoneonista de su generación, además de compositor, arreglador y director orquestal.

Sus padres, Angel Tell y Emma Franco, lo acercaron a Esteban Lombardo, quien le regala un bandoneón y quien será además, desde 11050263_704577219668281_3994286756935740618_nentonces, su primer maestro en el instrumento. Siendo adolescente, Tell fue observado por el maestro rosarino José Sala, quien había realizado una visita a María Susana. Así lo incorpora a su orquesta, en la que toca durante dos años, antes de partir hacia Buenos Aires, a principios de la década del 40.

Su primer trabajo en la Meca del tango lo desempeña en la orquesta de Miguel Padula y luego en la de Edgardo Donato. En 1944 fue primer bandoneón de Antonio Rodio y al año siguiente se incorpora a la orquesta que forma Astor Piazzolla para acompañar al cantor Francisco Fiorentino. Luego de un fallido viaje al extranjero con Piazzolla y Fiorentino, Tell se integra a la gran orquesta de Francini-Pontier, donde permanecía dos años (1947 y 1948). Pero Tell ya llamaba la atención por su profesionalismo y Aníbal Troilo lo invito a ingresar a su orquesta, en la que permaneció hasta el 18 de julio de 1959. Por entonces, alejado de las filas de Troilo, intento una experiencia comercial, pero casi de inmediato se incorporo a la orquesta de otro de los grandes maestros del tango: Osvaldo Fresedo.
En 1961 viaja a Japón correspondiendo una invitación. Finalmente Tell residirá en Japón durante tres años y allá realizara una prolífica actividad: graba un disco con el contrabajista Ricardo Francia, hizo más de 80 grabaciones con distintas orquestas y desarrollo una intensa actividad docente. Como solista se presento en distintos escenarios, en las radio y en la televisión. En 1961 fue contratado para actuar con la orquesta Tokio y también actuó como bandoneonista de las orquestas típicas japonesas Pampa y Porteña, entre otras. En 1963 fue contratado para el Show del Mikado, uno de los reductos nocturnos más importantes de Tokio. Ello atrajo el interés del director artístico de la empresa japonesa King Record, sello que le permitió grabar tres discos (el primero fue reeditado luego en Argentina).
De regreso a nuestro pis, alterno su labor entre Buenos Aires y Rosario, hasta que en los años 70 fue requerido nuevamente por Aníbal Troilo, permaneciendo junto a Pichuco hasta la desaparición del inolvidable gordo.

 

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