No recuerdo quien era, pero alguien dijo una vez: “Quiero que esta Peña abra sus puertas en forma totalmente gratuita para que se llene de chicos, no quiero que salga un chúcaro o una Norma Viola quiero que no estén afuera en la calle, los quiero acá adentro, juntos, aprendiendo sobre nuestra cultura pero sobretodo contenidos”.

Y Peña el Amanecer, volvió… Peña El Amanecer volvió a apostar a los festivales multitudinarios, esos que se organizan poniendo el alma y la piel. Esos festivales que cansan a sus organizadores, que fortalecen brazos por acarrear tablones, que agotan los dedos por hacer repulgues o inyectan los ojos de lágrimas cuando finalizan porque el objetivo se cumplió.

Porque los chicos no estaban en la calle estaban adentro, en un escenario, con pilchas gauchas, encontrándose, respetándose, conviviendo… palabras que suenan desconocidas en esta sociedad que está destinada a pasarnos por encima pero que Peña El Amanecer junto a otras instituciones se resisten a ceder y apuestan a lo más noble y puro que tenemos… nuestros niños. Felicitaciones a la comisión directiva.

Este es un primer encuentro de tantos que vendrán de la mano de la danza y el canto popular y que tienen un solo objetivo… encontrarnos. Finalizando la nota todavía sigo sin recordar su nombre completo pero al autor de la frase estoy seguro que le decían “Nene”.