Sastre: Despidieron al Maestro Olindo Strada
Sastre 23 junio, 2013Maestro Olindo Strada.
Luego de la ceremonia en Parroquia San José, integrantes actuales y ex-integrantes de la Banda Municipal Maestro Atilio Bianchi, despidieron al Maestro en el Liceo Municipal, junto a una multitud profundamente emocionada, y a través del mayor tesoro que nos dejó a todos los sastrenses: la música, la música en la calle, la música compartida, motivo de unión y de grupo. Allí se presentó un mural en homenaje, realizado por Ariel Falchini. Luego, la Secretaria de Cultura, Guillermina Milocco, leyó unas palabras escritas por su padre, ex alumno de la Banda:
Como el canto de un pájaro que se va yendo con el viento. Como la luz del sol que se va escondiendo inexorablemente en el horizonte. Como la llamita de un fogón que se va apagando despacito, después de haber estado encendido todo un día,.. Tal vez toda una vida,… a esa hora de la madrugada…. El gorrión más musiquero de estos pagos se quedó dormido. Se apagó.
Y se fue nomas. Tal vez siguiendo una fuga de corcheas y semicorcheas en escala ascendente para mostrarnos cómo se hace para vivir en clave de Sol. Para vivir en todo el universo de la música, con una sonrisa permanente en los labios, un chiste listo por salir a boca de jarro, un gesto de simpatía y buen humor, un optimismo a prueba de todo y una capacidad superlativa para sacar música de cualquier lata o cualquier fuelle. Para enseñarnos desde la más profunda adversidad que a pesar de todos los avatares, la vida es una canción que merece ser cantada.
Cómo el tipo no iba a ser buena onda si ya desde el bautismo le tiraron toda la pila encima cuando sus padres decidieron que se llamara OLINDO CECILIO STRADA!
(Detengámonos un poco y miremos la analogía: OLINDO: nombre propio de carácter positivo. CECILIO: Por Santa Cecilia, la patrona de la música. STRADA: en varios idiomas, esta palabra es raíz etimológica para indicar “calle”. Entonces, podemos pensar que su nombre resume: Que lindo que la música sea de la calle, es decir, popular.)
Tan buena onda que tuvo la capacidad de lograr que la música para este pueblo, llegara a ser una cuestión popular, que formara parte de su idiosincrasia
Y tan oportuno el tipo y tan grande, que la primera marcha que nos enseñó a tocar fue Mi Bandera, creada en honor a Manuel Belgrano y eligió para irse el mismo día que se fue Belgrano. De tal manera que para nosotros, desde ahora, el día de la bandera, el día de Belgrano, será también el día del Olindo. Una causa nacional.
Tanto digo esto, que no me caben dudas que desde muchos lugares de nuestro querido país y países limítrofes, hay seguramente muchos de sus alumnos derramando una lágrima de ternura y de cariño por la partida del maestro.
Dice un proverbio árabe: “Cuando naciste, todos reían, sólo tu llorabas. Haz tu vida de tal manera que cuando mueras, todos lloren, sólo tu sonrías”.
En esto se resume tu vida. Por eso, en nombre de todos los que desde niños nos tomamos de tu mano para recorrer el camino de la música, te digo muchas gracias por dejarnos pintado el corazón con las más bellas notas musicales.
Como el canto de un pájaro que se va yendo con el viento. Como la luz del sol que se va escondiendo inexorablemente en el horizonte. Como la llamita de un fogón que se va apagando despacito, después de haber estado encendido todo un día,.. Tal vez toda una vida,… a esa hora de la madrugada…. El gorrión más musiquero de estos pagos se quedó dormido. Se apagó.
Y se fue nomas. Tal vez siguiendo una fuga de corcheas y semicorcheas en escala ascendente para mostrarnos cómo se hace para vivir en clave de Sol. Para vivir en todo el universo de la música, con una sonrisa permanente en los labios, un chiste listo por salir a boca de jarro, un gesto de simpatía y buen humor, un optimismo a prueba de todo y una capacidad superlativa para sacar música de cualquier lata o cualquier fuelle. Para enseñarnos desde la más profunda adversidad que a pesar de todos los avatares, la vida es una canción que merece ser cantada.
Cómo el tipo no iba a ser buena onda si ya desde el bautismo le tiraron toda la pila encima cuando sus padres decidieron que se llamara OLINDO CECILIO STRADA!
(Detengámonos un poco y miremos la analogía: OLINDO: nombre propio de carácter positivo. CECILIO: Por Santa Cecilia, la patrona de la música. STRADA: en varios idiomas, esta palabra es raíz etimológica para indicar “calle”. Entonces, podemos pensar que su nombre resume: Que lindo que la música sea de la calle, es decir, popular.)
Tan buena onda que tuvo la capacidad de lograr que la música para este pueblo, llegara a ser una cuestión popular, que formara parte de su idiosincrasia
Y tan oportuno el tipo y tan grande, que la primera marcha que nos enseñó a tocar fue Mi Bandera, creada en honor a Manuel Belgrano y eligió para irse el mismo día que se fue Belgrano. De tal manera que para nosotros, desde ahora, el día de la bandera, el día de Belgrano, será también el día del Olindo. Una causa nacional.
Tanto digo esto, que no me caben dudas que desde muchos lugares de nuestro querido país y países limítrofes, hay seguramente muchos de sus alumnos derramando una lágrima de ternura y de cariño por la partida del maestro.
Dice un proverbio árabe: “Cuando naciste, todos reían, sólo tu llorabas. Haz tu vida de tal manera que cuando mueras, todos lloren, sólo tu sonrías”.
En esto se resume tu vida. Por eso, en nombre de todos los que desde niños nos tomamos de tu mano para recorrer el camino de la música, te digo muchas gracias por dejarnos pintado el corazón con las más bellas notas musicales.
Hasta siempre maestro!