Por Mt. Erika Guse

Cuando en mayo la Usina II llevó a cabo  «Forma y Color» en la localidad de Grutly, una serie de obras llamaron la atención de los concurrentes. Se trataba de los Zentangles que presentaron los alumnos de cuarto y quinto año de la Escuela José Keller. La novedad no sólo radicaba en el tamaño y continuidad de obra sino también en la juventud de los artistas.

Rápidamente surgió el deseo de que la muestra visitara otros pueblos de la Usina II. De esta manera, la Comisión de Cultura de Grutly ofició de intermediaria entre los autores y los que deseábamos que nuestras localidades pudieran conocer la muestra.

Al llegar a Felicia los Zentangles causaron  sensación: primero visitaron la Escuela Secundaria, donde  recorrieron todos los cursos. Los alumnos se sintieron motivados al ver las obras de chicos de su edad. Se entusiasmaron con las técnicas, los materiales, el tiempo de realización y les surgieron múltiples preguntas.

Luego, la muestra visitó la Biblioteca Popular, para estar a disposición del público  que durante una semana pudo disfrutarla. Los comentarios favorables se multiplicaron. Por último, llegó el momento de los niños: con su inocencia se maravillaron con las obras, descubrieron nuevas ideas para pintar, dibujar y asombrados se acercaron a verlos. Fue admirable su sorpresa al “ver el arte de cerca”, como un ejercicio cotidiano. Poder jugar a través de las obras, hacer de la cultura un bien accesible y no sólo depender de lo que aparece en los grandes museos.

Seguramente, los adolescentes de Grutly, cuando decidieron participar en «Forma y Color», no sabían la repercusión que sus obras tendrían. Menos aún la influencia en niños, jóvenes y adultos de otras localidades. Esa es la magia de «Compartiendo Cultura»: soñar con una Cultura plural, al alcance de todos, sin fronteras físicas ni intelectuales que separen a los pueblos. Una Cultura que inspire, dé vuelo y anime a más artistas a soñar que todo es posible.