Cutró nació en nuestra localidad en 1967 pero un año después su familia se trasladó a Rosario, donde se desarrolló su vida. Sin embargo el pueblo donde vio la luz siempre ha estado presente, a tal punto que en 2003 dedicó un poemario, «Santa Isabel», de Editorial Los Lanzallamas, y ahora este trabajo en el que emerge la curandera a la que alguna vez visitó en brazos de sus familiares para «ser curado de la pata de cabra».

Ante un auditorio compuesto, en su mayoría, por escolares secundarios, aunque también por por familiares de Aurora Buscarioli y público en general, el autor leyó la obra y compartió la charla amena con los presentes. Ante la consulta sobre qué lo marcó para escribir sobre Santa Isabel, Cutró dijo: «La verdad que no se, evidentemente por todo lo que me han contado de mi infancia. Inclusive mi mama casi se muere cuando yo nazco, todo medio conflictivo y caótico, pero no tengo una explicación por este sentimiento hacia Santa Isabel. Siempre que me preguntan explico, que es el pueblo donde nací, mi viejo tocaba el bandoneón, vino a tocar y la conoció a mi mamá, mi abuelo era policía, el «Negro» Martínez, cuidaba la cancha vieja de Belgrano. Creo que es por eso, por toda la historia que tengo con Santa Isabel».

«Como viví solo un año, lo tengo todo en fotos», agregó recordando parte de su obra al decir «Al sur de Santa Fe hay un pueblo que cabe en una caja de fotos». «A mi me parece que es muy lindo y un poco mágico, y con la experiencia de la a Señora de las Cañas, mucho más».