SILVIA MUJICA, NUESTRA ESCRITORA Y AMIGA EN EL DIARIO CLARÍN

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Como olvidarnos… que fue allá por  abril del 2011, que a través de la invitación cursada por el Ente Regional de Cultura esta notable persona,escritora y periodista, cautivó a los diversos auditorios no sólo con sus obras, sino tambien con su don de «buena Gente» , resaltando su Humildad en los hechos más sencillos que se comparten alrededor de una mesa. Correa, Las Parejas, Las Rosas, Carlos Pellegrini y El Trébol fue el circuito marcado del mapa cultural, inundado de bellas letras y experiencias de Silvia Mujica. Hoy queremos compartir este artículo publicado por el Diario El Clarín que muestra a través de una entrevista todo aquello que dejo en el otoño del 2o11 en nuestra región. Felicitaciones Silvia!!!

Es la 1.40 de la madrugada y la plaza Próspero Molina de Cosquín arde. Arriba del escenario, Jorge Rojas canta uno de sus grandes éxitos: La luna sin ti . El coro romántico de la multitud es ensordecedor. La letra, traspasa lo auditivo para meterse como una flecha en el medio del corazón. Y entre esos miles -silenciosa- está Silvia Mujica (40), responsable en gran parte de ese desparramo romántico-emocional: “Empecé a componer casi de casualidad. Soy periodista y llegué a la composición cuando le hice una nota a Los Nocheros en 1997 y me convocaron para esto”, le cuenta a Clarín esta morocha nacida en Pilar, provincia de Santa Fe, que arrebata miradas de todo tipo al caminar.

Creativa desde pequeña, Silvia tuvo trato cotidiano con la música a través de su padres, nacidos y criados en Santiago del Estero, una provincia con ADN cien por ciento folclórico. “Apenas me convocó Jorge (Rojas), demoré dos años en darle la mi primera letra, me costaba porque yo escribía sobre cuestiones muy personales. Junté coraje y, después de un largo tiempo, le di el primer texto: a la otra semana, ya estaba trabajando con él”, recuerda.

Además de componer para Rojas, Silvia trabaja para Los Nocheros, Los Carabajal, y junto al ícono masculino de la música criolla: el Chaqueño Palavecino, a quien le compuso la popular chacarera denominada La sin corazón .

¿Cómo es el proceso creativo hasta llegar a una letra? En líneas generales, el artista me pasa primero la melodía o la métrica y yo le busco la letra. Es un estado de armonía perfecta. Cada ritmo está casado con una historia y viceversa.

¿Cómo es para vos escribir para intérpretes masculinos? Trato de ponerme en la piel del intérprete. Y tengo la gran ventaja de conocerlo. Por ejemplo, al Chaqueño le conozco su picardía escénica y musical. Además, trato de dar vuelta la historia y cruzarme a la otra vereda. Me siento hombre por algunos minutos, uso la psicología a la inversa y eso suele darme buenos resultados.

En medio de la charla, Silvia confiesa que el hit de Los Nocheros No saber de ti  habla sobre un amor que perdió décadas atrás, del cual no supo nada más. O la canción La luna sin ti , un éxito que escribió en honor a su papá, un ferroviario que cada vez que regresaba de sus largos viajes por el país, la llevaba hacia la estación para mostrarle la luna sentado sobre las vías. “La gente se piensa que es un historia romántica y nada que ver. Eso es lo mágico de la poesía, poder jugar e imaginar…”, define.

¿Qué sensaciones tenés cuando un grupo o un solista canta un tema tuyo y la gente enloquece? Me emociono muchísimo porque me retrotrae al día exacto en el que la creé. Me acuerdo de esa madrugada, de la hojita en blanco y el boom que tuvo después. Es algo inexplicable.

¿Es un ambiente machista el del folclore? Es muy masculino, más que machista. Si bien me costó al principio, con el correr del tiempo el ambiente me aceptó naturalmente y hoy soy una más.

De respuestas profundas y una mirada que perfora, la santafesina confiesa que “la inspiración me agarra de noche. Generalmente me acompaña un buen tabaco y nada más. Eso sí, durante el día, llevo hojas y lapiceras siempre. Si la lamparita se prende en un cajero automático  o en el auto, ahí nomás lo transcribo”.

Respecto al anonimato de su profesión, Mujica sentencia que “si fuésemos igual de conocidos que los cantantes, la balanza no sería equilibrada. Prefiero seguir así, al costadito de todo…”, concluye -con timidez- la mujer que hace cantar y triunfar a los artistas más importantes del folclore nacional.

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