La memoria habla en múltiples lenguajes. Tiene la fuerza de recrear hechos dolorosos para mantenernos vivos y ayudarnos a pensarlos colectivamente. Las marcas en los pueblos también son parte de esto; los monumentos, los altares populares, los nombres de las calles nos recuerdan que “algo pasó”, que hay marcas indelebles que perdurarán por toda nuestra historia. Los lugares de memoria hoy dicen presente. Nosotros, también decimos presente recordando el pasado, el impacto de la Guerra de Malvinas y el sentido que las Islas tienen en nuestra historia.

La Música Popular Argentina recupera a través de sus canciones un lugar para Malvinas. Hoy nuestra memoria nos vincula con una estrofa de Atahualpa Yupanqui, cuando compuso el clásico “La Hermanita perdida” estando en Paris. Así lo recuerda: “Vino a verme un empresario inglés y me preguntó cuánto cobraba por dar cuatro recitales en Inglaterra. Yo les respondí: “Las Islas Malvinas”. Han pasado ya tres años y el hombre no ha contestado aún… Puede estar seguro que yo no cantaré en ese país, mientras no nos devuelvan nuestras Islas”.

La causa Malvinas nos hermana con todos aquellos pueblos que luchan a favor de la libertad y la igualdad y con las naciones que aún reclaman contra todo resabio colonial. Recordamos a aquellos ex combatientes que con orgullo y valentía afrontaron este falaz trayecto de nuestra historia. Pero que a pesar de esto los tuvo poniéndole el pecho para defender lo que era nuestro, lo que aún, es nuestro.