Monje: En el tradicional «Boliche Pérez» se llevó a cabo la última reunión de la Usina I (sur)

Monje: En el tradicional «Boliche Pérez» se llevó a cabo la última reunión de la Usina I (sur)

Gestiones E.C., Monje

Durante la jornada del último sábado 18 la localidad de Monje abrió su puertas para recibir a los integrantes dela Usina I (sur)

En el Boliche de Pérez (una pulpería como la de antes) los secretarios de Cultura de: Serodino, Carrizales, Totoras, Oliveros. Ibarlucea, Aldao, Salto Grande, Luis Palacios y Monje junto a los Presidentes comunales de Lucio V. Lopez; Luis Palacios y Monje fueron recibidos por la Directora de la Usina Marcela Geminale, que integra al Ente Cultural Santafesino.

El Presidente Comunal Pedro Severini dio la bienvenida a todos los presentes y agradeció esta reunión que posibilita y fortalece la relación de las comunidades de la zona a través de la cultura.

En el encuentro se realizó la evaluación de todo lo concretado en el año 2017 y se delinearon proyectos para el año venidero.

La actividad finalizó con la presentación del compositor Mario Alessandrini quien interpreto obras de su autoría, reflejando paisajes y personajes de la zona, como así también difundiendo toda su trayectoria y su último trabajo «Historias»

Boliche Pérez: Ubicado a unos kilómetros antes del ingreso a Monje, sobre el antiguo Camino Real, el lugar se conserva tal cual como fue edificado en 1860. Fue adquirido en 1924 por los Pérez, familia que lleva más de noventa años al frente del emprendimiento. De generación en generación, fue resguardando las distintas etapas que marcaron a fuego la historia argentina.

Si de viajar a tiempos de gauchos, carretas y caballos se trata, sólo basta con subirse a un vehículo, tomar la Ruta Nacional Nº 11 y dirigirse a la localidad de Monje, a unos 90 kilómetros de Santa Fe capital. Al norte del ingreso al pueblo, unos 2 kilómetros hacia el este, se llega al sendero rural que en su momento supo ser el denominado Camino Real. Allí se conserva un verdadero mojón de la época fundacional de las primeras colonias agrícolas de la provincia, el Boliche Pérez, una vieja pulpería de mediados del siglo XIX, que para los visitantes de la zona es una parada obligada de goce y disfrute, la que -sin lugar a dudas- rememora aquellos días de campo, sol y tragos.

Ni bien se llega a la entrada del establecimiento, se percibe que su infraestructura es prácticamente la misma de cuando se edificó en 1860 (dato corroborado luego con el dueño), excepto por la estructura de hierro que se colocó con posterioridad, para reforzar el techo. La historia cuenta que este local perteneció primero a la familia Aste, pero que en 1924 fue adquirido por Manuel Pérez, quien lo condujo hasta su fallecimiento, en 1942. Luego, el legado de este verdadero “boliche de campo” recayó en manos de su hijo, Rodolfo, hasta 1980, cuando tras su partida física tomó las riendas su sucesor y actual propietario, Héctor Pérez, de 68 años de edad, nieto de Manuel.

Sendero histórico

El Camino Real, donde se levanta el mítico Boliche Pérez, fue utilizado en otros tiempos por los próceres más destacados del país, entre los que se puede destacar el Libertador José de San Martín y al Brigadier Estanislao López, quien poseía una estancia sobre el referido sendero. También se dice que fue usado por Ambrosio Alzugaray, obispo español radicado en Córdoba, que tras la declaración de la independencia argentina, se ocultó unos días en una estancia de esta zona, antes de huir a Uruguay. El referido camino se iniciaba en la provincia de Buenos Aires y atravesaba todo el país, hasta llegar a Perú.

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