La familia Gaboto y su oficio de navegantes (Profesor Ricardo González )
Puerto Gaboto 6 mayo 2018En camino al Quinto Centenario de Puerto Gaboto.
Es muy probable que Sebastián Gaboto (Sebastiano Cabotia para los italianos), nacido en Venecia, haya estado con sus padres en ese lugar hasta los 15 años aproximadamente. Como bien sabemos, su padre, John Cabot o Juan Caboto, era considerado en su época un eximio navegante, un excelente piloto e instruido en el arte de la navegación.
De su padre, Sebastián, fue aprendiendo el oficio. Su familia estaba constituida por su padre Juan, su madre Ana Mattea y dos hermanos más. El mayor Luis y el menor Santos, siendo el del medio Sebastián.
Según José Toribio Medina los informes dan cuenta que Sebastián Gaboto al momento de dejar Venecia para radicarse en Inglaterra “era casi un joven que poseía ya algunas nociones de humanidades y de cosmografía” (El veneciano Sebastián Gaboto…., Tomo II, pág 11- chile 1908)
Alrededor de 1490, Caboto y su familia se trasladaron a Valencia, Corona de Aragón. Es probable que aquí quisiera seguir el ejemplo del navegante y cartógrafo Cristóbal Colón, formando parte de la exploración del Océano Atlántico. Los países pioneros en estas exploraciones eran Portugal y Castilla. Los monarcas de ambos reinos deseaban encontrar nuevas rutas hacia Asia y sus riquezas. También había otra motivación en esa época de profunda religiosidad: los europeos querían difundir el conocimiento del cristianismo y detener la expansión del islam.
Ni Castilla ni Portugal se interesaron por Juan Caboto. Los portugueses habían encontrado la ruta a Asia navegando hacia el sur de África doblando el Cabo de Buena Esperanza y los castellanos también pensaron que habían llegado a Asia, navegando el océano Atlántico hacia el oeste, una vez que Colón regresó de su viaje transatlántico en 1493.
En 1495 la familia se traslada a Inglaterra y Juan Caboto se pone al servicio del rey Enrique VII, afincándose en el puerto de Bristol. Allí pudo obtener las patentes necesarias para participar de las armadas de exploración.
Enrique VII concedió a Caboto y a sus 3 hijos, el derecho a buscar islas y países paganos con 5 barcos bajo bandera inglesa, con la siguiente garantía:
(…) plena y libre autoridad, permiso y poder para navegar a todas partes, regiones y costas de mares del este, oeste y norte, bajo nuestros estandartes, banderas y enseñas, con cinco barcos o navíos de la carga y calidad que quiera y con cuantos y cuales marineros y hombres desee llevar con él en los dichos barcos, a su propio cargo y gasto, para encontrar, descubrir e investigar, sean islas, países, regiones o provincias de paganos e infieles, sean en las partes del mundo que antes de ese momento fuesen desconocidas para todos los cristianos. Enrique VII de Inglaterra (Carta patentada de 5 de marzo de 1496)
En 1496 Juan Caboto, junto a su hijo Sebastián, partió de Bristol con un buque, pero no logró ir más allá de Islandia y se vio obligado a regresar a causa de disputas con la tripulación. En un segundo intento, Caboto partió nuevamente de Bristol con un único barco, el Matthew, un pequeño barco de 50 toneladas y con 18 tripulantes, pequeño pero rápido y capaz. Zarpó en mayo (el 2 o el 20 de mayo) de 1497 y navegó a cabo Dursey (latitud 51° 36N), Irlanda. Arribó a la costa de Terranova el 24 de junio de 1497, creyendo que eran las costas asiáticas de Cipango.
El lugar preciso es controvertido, con Bonavista o St John’s en la isla de Terranova y también isla de Cabo Bretón, Nueva Escocia, Labrador o Maine. El cabo Bonavista es el lugar de arribada reconocido oficialmente por los gobiernos de Canadá y el Reino Unido. Sus hombres fueron los primeros europeos en poner pie en América del Norte desde los vikingos. De regreso en Inglaterra, Caboto fue nombrado almirante y premiado con 10 libras y una nueva patente real para un nuevo viaje.
Los descubrimientos de Caboto fueron la base para las reivindicaciones inglesas sobre Norteamérica.
Fuente: Diario Sintesis