El día comenzó nublado y terminó soleado. Desde temprano en la mañana se notaba el movimiento en la plaza con gente yendo y viniendo preparando los stands y decorando todo el espacio público.

Al mediodía, cuando todo estuvo preparado, comenzó la fiesta gastronómica. Algunos degustaron allí todos los platos; otros vinieron a comprar para compartir en familia y luego retornaron por la tarde.  Con el correr de las horas era muchísima la gente distribuida por todos los sectores  y muchos recorriendo cada rincón, todos envueltos en una magia especial generada por la música, los olores , los sabores y los colores de cada colectividad. Fue una tarde magnífica en todos los sentidos; disfrutada palmo a palmo y plato a plato.

En cuanto a lo estrictamente artístico todo se desarrolló según lo previsto: cada colectividad presentó su número –ya de danzas, ya de canto, ya de recitado- y el público acompañó con aplausos cada espectáculo. Once países estuvieron cabalmente representados en esta oportunidad.

Fue una fiesta del pueblo generada por él y compartida por todos. Y así va tomando forma esa aspiración colectiva de afirmarla como “la fiesta de Lehmann”.

La Comisión de Cultura de la Comuna de Lehmann agradece a toda la comunidad por el apoyo incondicional prestado para esta celebración.