María Teresa volvió a demostrar porqué es sinónimo de carnaval en la región. Las actividades que estaban planeadas para el domingo 7 de febrero finalmente se trasladaron al lunes por el clima, pero el cambio de día no pudo resultar mejor.

Tanto el lunes 8 como el martes 9 más de 2.500 personas en cada noche salieron a la calle a festejar. Y si algo destacan los organizadores fue que el espíritu del viejo carnaval de pueblo salió a la calle con ganas de reír a carcajadas y decir presente. “Nos llamó la atención y nos dio mucha felicidad ver cómo los vecinos se apropiaban de la idea del festejo, no solo observando los espectáculos, la murga, la comparsa y la batucada, haciéndolo como espectadores; sino asumiendo esa licencia que nos da el carnaval y que nos permitirnos jugar, volver a ser chicos”, comentó María Cristina Gómez. La presidenta comunal se refiere al dato en común que marcó ambas noches, más allá de los shows y el baile popular: la vuelta al juego con agua y nieve loca. Tanto grandes como chicos se lanzaron a disfrutar de una verdadera fiesta como forma de apropiarse incluso de las altas temperaturas que caracterizaron las últimas semanas. La velada fue tan agradable que se extendió hasta entradas las 05:00 el lunes, y el martes otro tanto, pese a que el día siguiente era laborable. “Ver a más de 100 chicos bailando ya es un show en sí mismo, y si piensas que es toda gente de la localidad, que no hay que contratar una comparsa de afuera porque todo eso es de gente de acá, de María Teresa, es de un valor incalculable”, agregó. “Daba orgullo ver, por ejemplo, que la reina de nuestro carnaval, Gloria Estrella, junto a su hijo Carlitos, desfilaron y bailaron con enormes sonrisas, y con trajes hermosos pero confeccionados por ellos mismos, con enorme esfuerzo y gran resultado”, remarcaron desde la organización. También se destacó el rol de Valeria Agüero, pasista de la batucada que no solo bailo sino que diseño y confecciono a lo largo del año los trajes de la murga.

El esfuerzo de Charly Saravia, profesor de batucada, dio sus frutos; y el pueblo y los chicos agradecidos. Un renglón aparte merece el trabajo de todos aquellos que hicieron posible la comparsa, cosiendo las lentejuelas y las plumas y coordinando el baile. No muchas localidades pueden exhibir una comparsa propia. María Teresa es una de ellas, gracias al esfuerzo de vecinos y a una decisión de la Comuna de María Teresa. Diego, el profesor de la comparsa, merece ser destacado. Así como Jesika Manzanares, coordinadora que la comuna pone a disposición de la murga independiente ‘Los Teresos de Teresa’. “Estas dos jornadas de carnaval son solo el resultado visible del proyecto de integración social y cultural que construimos alrededor de esta actividad. Durante todo el año decenas de talleristas acompañan a más de un centenar de vecinos que articulan trabajos de costura, de música, de danza. El carnaval es la excusa para mantenernos vinculados, activos, recostados sobre la cultura y la danza para mostrarle a nuestros jóvenes que integrándonos y teniendo objetivos comunes podemos alcanzar grandes resultados”, analizó Gómez. Destacando “el trabajo del Área de Niñez, Adolescencia y Familia de la Comuna de María Teresa a cargo de María Reynoso y Claudia Giachello; y lo que hace toda la gente del área de cultura de la Comuna a cargo de Mónica de Dio. Finalmente Gómez agradeció “a Red Hogar, a la Mutual Belgrano y al Banco Credicoop por el aporte financieros para solventar los premios del concurso de disfraces. A la Cooperativa Eléctrica de María Teresa por la instalación eléctrica para las luces, los equipos, etc. Y al Club Sportivo que nos prestó las mesas, los tablones y las sillas. Todos juntos hemos hecho un gran trabajo. Gracias”.