Villa Ocampo y el cementerio de Isleta: “Ciudad de los muertos”

Villa Ocampo y el cementerio de Isleta: “Ciudad de los muertos”

Villa Ocampo

Villa Ocampo cuenta con un cementerio municipal, que data de 1878 en el primer asentamiento del fundador de la Colonia, Don Manuel Ocampo Samanes, en el Paraje de Isleta Centro, quien, ante el fallecimiento de algunos integrantes del grupo que lo acompañaban, destinó una parcela de tierra para camposanto.

Esta ciudad forma parte del patrimonio artístico y arquitectónico de una sociedad: son museos al aire libre. Es común encontrar en ella diversidad de obras escultóricas de gran formato y de tamaños reducidos, elaborados en mármol y otros materiales. Un conjunto de elementos culturales que reflejan las tendencias de la época, la concepción de lo público y el sentido de los espacios religiosos.

Poseen gran valor histórico, porque cada tumba contiene en sus lápidas, datos de las personas que moran allí. Son una fuente privilegiada para la investigación histórica y genealógica, ya que contienen información de nombres y apellidos, fechas de nacimientos y fallecimientos, profesiones y oficios de individuos, familias, empresas, gremios, etc.

Son un patrimonio social intangible que refleja el imaginario cultural en la que está inserto. En esta ciudad cobran vida un conjunto de mitos, cuentos, leyendas que le dan sentidos a las prácticas funerarias, las ceremonias o los ritos relacionados con la idiosincrasia de los lugareños.

Hacia el siglo XVIII, existía la costumbre de enterrar a los difuntos en el interior de los lugares sagrados (catedrales, basílicas, monasterios, conventos, hospitales o colegios religiosos). Se habilitaron los atrios, los interiores de las iglesias o los espacios cercanos a ellas. Al pie de los altares, de las capillas laterales, cerca de las pilas de agua bendita, en las criptas, catacumbas o recintos subterráneos.

Con la Revolución Industrial y la propagación de enfermedades, se prohibió el enterramiento en las iglesias o conventos, y las autoridades recomendaron construirlos en las afueras del casco urbano.

En la actualidad, los cementerios que antes estaban en las afueras de las ciudades, debido al crecimiento y expansión de las mismas, quedaron integrados al ejido urbano. Están siendo reemplazados por los campos o jardines cementerios.

Villa Ocampo cuenta con un cementerio municipal, que data de 1878 en el primer asentamiento del fundador de la Colonia, Don Manuel Ocampo Samanes, en el Paraje de Isleta Centro, quien, ante el fallecimiento de algunos integrantes del grupo que lo acompañaban, destinó una parcela de tierra para camposanto.

Ante la instalación de la colonia en el territorio que actualmente ocupa la ciudad, esta necrópolis se siguió utilizando ya que el nuevo emplazamiento no contaba con un lugar de enterramiento. Fue el primer cementerio de la zona, por lo que muchas familias de las colonias cercanas traían sus difuntos a este lugar.

Dista aproximadamente a 7 km de la ciudad, dirección este, camino al río San Vicente. Debido a la distancia el fundador dispuso un vagón del ferrocarril de su propiedad, que iba a puerto San Vicente y luego a Puerto Ocampo, para el traslado de los difuntos y sus deudos, actividad que siguió realizando posteriormente la Empresa de la Forestal, luego de adquirir este medio de transporte. Cabe destacar que esta opción era utilizada por familias que no podían solventar los gastos de otros medios de traslado.

Al transcurrir del tiempo se sumaron otros lugares de sepelios, uno en Puerto Ocampo y otro en Villa Adela, cerca del antiguo aserradero Carlota. Recién en año 1960 la ciudad contó con una nueva necrópolis, ubicado en el sector norte sobre bulevar Brown, pero tanto el de Isleta como el de Villa Adela siguieron siendo utilizados como alternativa hasta el día de hoy.

Desde el Museo Histórico y de Ciencias Naturales “Aníbal Gregoret”, se está llevando a cabo un trabajo de investigación en el Cementerio de Isleta Centro, que pretende rescatar del olvido a las personas que cumplieron funciones importantes (docentes, herreros, modistas, pilotos, agricultores, empresarios, soldados y personalidades destacadas de la comunidad), mediante el aporte de descendientes y colaboradores.

Por tal motivo se está recepcionando información sobre los que allí yacen, agradeciendo desde ya toda colaboración de la comunidad para continuar redimiendo las historias de las familias y personajes que nos precedieron.

Gentileza: ocampense
Gentileza: Equipo de Museos de Villa Ocampo

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