Su sonrisa brillaba poco antes de las 23 cuando, en la confitería Jarana del complejo, se anunciaba que había resultado ganadora. Tres amigas incondicionales y sus padres, entre otros, aplaudían a rabiar. Se cerraba el primer círculo de las expectativas que venía generando la joven que añora ser médica, pero ama el mundo de las pasarelas.
Gisel sentía anoche que 2014 es su año. Nunca antes se había presentado en concursos de belleza, pero fue en estos últimos meses cuando logró alzarse con los títulos de Reina Nacional del Zapallo (en Ceres) y de la Agricultura (en Esperanza).
Alta (mide 1,77 metro) y delgada, lucía espléndida. «La voté, me pareció divina», señaló una de las mujeres integrantes del jurado, que también contó con una referente de La Capital.
Sus medidas: 90, 65, 97 también lo decían todo. Pero, en función de las cuestiones que los electores tienen en cuenta, no sólo primó su belleza. «Tomamos su experiencia de vida, acciones, estudios y proyectos; todos elementos que conocemos a partir de las entrevistas previas con las chicas», dijo a este diario Nadia Cerri, directora del concurso Miss Mundo Argentina y ex representante del país cuando Nelly Raymond era símbolo de la organización del certamen.
Las 12 jóvenes participantes vivieron en Rosario, alojadas en las habitaciones 5 estrellas de City Center, dos jornadas intensas en las que tuvieron inclusive una capacitación sobre trata de personas. Es que, al momento de la elección de Miss Mundo Argentina, se deberá presentar un spot sobre la temática, que también entrará en competencia.
Mientras tanto, Gisel deberá prepararse y mucho, porque triunfar en la instancia nacional será el pasaporte para la internacional que, posiblemente, se realice en China durante noviembre del año próximo.
«Queremos decirles a las chicas que esto no es inalcanzable, que se puede llegar a una experiencia como ésta», había dicho, antes del inicio de las pasadas, Camila Guerra, una joven de Villa Constitución que sumó a sus palabras la coincidencia de todas.
La noche también tuvo otras protagonistas, la primera y segunda finalistas (algo así como las princesas): María Elisa Oregioni y María Victoria Botto, de San Jorge y María Juana, respectivamente.
La velada pareció premonitoria para la ganadora. Este medio eligió sólo a una familia de las participantes para charlar brevemente. Y justo fue la de Gisel Lofiego. El resto de la historia ya se sabe.
De tal palo…
La ganadora tiene buenos antecedentes. Durante el certamen, su mamá confesó a La Capital que, como Gisel, fue Reina del Zapallo.
fuente: La Capital de Rosario