Con la charla “El impacto de la tecnología en niños, adolescentes y adultos: celulares, computadoras, play, tablet, interactuando en nuestra vida cotidiana”, empezó anoche el tercer Ciclo de Educación “Viviana Gramaglia”, organizado por el Equipo de Salud Escolar y la Secretaría de Cultura y Educación de la Comuna de Suardi.  

La disertación estuvo a cargo de la Lic. en Psicología María Elena Cordera, integrante de la Fundación de Promoción de Salud Integral Infantil y Familiar de la Ciudad de Córdoba, quien se presentó alrededor de las 21 hs. en la Sala Estrada.

La charla se centró en el impacto que produjo la aparición de los aparatos tecnológicos en la vida cotidiana de las personas y su incidencia en el ámbito personal, familiar, laboral, entre otros.

La profesional realizó una analogía entre las familias de antes (extensas) con las familias actuales (diversas). Habló sobre las pautas de crianza, las dificultades para las funciones normativas, la falta de control de los padres, etc. «Hoy se imponen nuevas miradas: Los padres de hoy tienen que ser eficientes y estar ocupados: en la escuela, en el trabajo, en la casa, en su vida social. (…) están muy pendientes de las tecnologías de comunicación, información y el transporte para lograr el éxito y premura», indicó Cordera.

Sostiene que las nuevas tecnologías (TICs) dejaron de ser un simple factor externo para convertirse en un aglutinador cultural. Los niños de hoy son evaluados en su proceso de desarrollo en relación a si cuentan o no con recursos tecnológicos. En su etapa escolar,  participan simultáneamente en situación de riesgo y oportunidades ambivalentes. Y en su adolescencia se involucran  en un universo que deja afuera a los adultos. Este universo constituye un espacio de identidad para los mismos y asume un carácter de organización social.

En cuanto a la incidencia de las tecnologías en el desarrollo infantil, no solo tiene consecuencias a nivel afectivo, sino también psicomotor, social e intelectual. En los jóvenes produce una modificación en los estilos de comunicación, con marcada tendencia al aislamiento, pérdida de la privacidad, acceso a contenidos para adultos y posible contacto con personas extrañas. Además de generar una conducta adictiva, puede ser el aparato propicio para el acoso escolar o «cyber bulling».

En relación a la problemática planteada, la licenciada propone intentar alcanzar un equilibrio saludable, que se lograría si se ponen en práctica las denominadas tres «P»:

·  Provisión, es decir, brindar a los chicos los elementos adecuados a la edad que permitan una estimulación acorde al momento histórico.

·  Protección: cuidar a los niños, conteniéndolos con pautas esclarecedoras para evitar excesos, promoviendo el uso adecuado de los recursos.

·  Participación: Reconocer la aptitud de los niños de participar activamente, brindando espacios para interactuar con los demás.

Posterior a su disertación, la Psicóloga dio lugar al debate con lo presentes.